Gilda nació en Turín el 13 de abril de 2004. Creció con una vida normal, desarrollando su inteligencia y fuerza, y forjando un carácter marcado por una extraordinaria determinación que le permitía hacerse un hueco sin pedir ayuda a nadie. Su extraordinario deseo de vivir entre los demás hizo que siempre tuviera amigos que la veían capaz de enfrentarse a los problemas y resolverlos.

Siempre ha sido tan decidida en el deporte como en la vida: de niña, nadaba como un delfín en la piscina. Cuando llegó al equipo de voleibol, no tenía experiencia, pero gracias a su tenacidad y a su esfuerzo en los entrenamientos, acabó siendo titular. En los scouts siempre afrontaba los retos con tenacidad, fuerza e inteligencia.

El 12 de marzo de 2020, tras ser ingresada en el CTO de Turín, le diagnosticaron un sarcoma de Ewing.

Su fuerza de carácter le permitió enfrentarse directamente a la enfermedad en lugar de esconderse.

Gilda soportó 13 ingresos hospitalarios por infusiones de quimioterapia, con pérdida casi inmediata del cabello (su punto fuerte), un autotrasplante y 36 sesiones de radioterapia. Tras una recuperación total y una recaída inmediata, se intentó un protocolo experimental, pero sin éxito hasta el 24 de enero de 2022, fecha en la que Gilda nació en el Cielo.